sábado, 27 de abril de 2024

PROVINCIALES


Piden al Gobierno medidas y acciones ante la ola de calor



Fecha: 14/03/2023   11:01

– A través de un comunicado, la Corriente Nacional Agustín Tosco  solicitó a los dirigentes políticos mayor empatía en cuanto a la exigencia de asistir a las escuelas con altas temperaturas ya que consideran que hace falta  más inversión de infraestructura - Además, pidieron la presencia de un Estado que “defienda los bienes comunes y naturales y  que erradique las bandas organizadas que producen desmonte y la quema”


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El comunicado de la Corriente Nacional Agustin Tosco (CoNat):
“NO SOMOS BEDUINOS NI GANADO. EL HORNO DE LA ESCUELA PÚBLICA NO ESTÁ PARA BOLLOS
Los primeros días de marzo de 2023 llegaron con un calor agobiante que ha hecho casi imposible el trabajo pedagógico en buena parte de nuestras escuelas públicas. Ventiladores que no funcionan o funcionan a medias con casi cuarenta grados de temperatura, falta de agua y de condiciones edilicias han hecho de nuestras instituciones educativas un oasis difícil e inviable para quienes trabajan, enseñan y aprenden allí. Pero no para varios dirigentes políticos oficialistas y opositores que quieren clases de cualquier forma, acercando con suerte “algunas botellitas de agua fresca”.
Ya Sarmiento comparaba, de mala manera, a los criollos con beduinos y (por lo que se ve) los sectores de derecha del oficialismo y sus hermanos ideológicos de la oposición, siguen creyendo que somos esos beduinos/ as y que podemos ir sin chistar al aula como si fuéramos a un corral de feed lot.
Desde los colectivos de base gremiales planteamos la discusión pública sobre la situación y ante la falta de humanidad y “empatía” de la que tanto hablan animamos a delegados, docentes y directivos a tomar las decisiones que crean justas para resguardar la salud de cada comunidad educativa. Media jornada, clases virtuales por unos días o suspender la actividad pueden decirse con autonomía y prudencia.
La serpiente del capitalismo extractivo empieza a morderse la cola y nos lleva a situaciones límite. Lo que algunes llaman ola de calor, es en realidad un efecto más del modelo extractivista que impera en nuestra provincia. El monocultivo, desmonte, las quemas deliberadas, las fumigaciones con agrotóxicos son la otra cara de la moneda que genera expulsión de población, concentración económica en pocas manos, desindustrialización y destrucción de nuestras economías regionales. 
Frente al poder burocrático y el despotismo ideológico transversal que no escucha nuestros reclamos, hay que fortalecer un poder gremial, institucional y comunitario que sostenga los derechos de todos y todas. Hay que profundizar el debate político y pedagógico dentro y fuera de las escuelas para enfrentar el saqueo y potenciar la autosustentabilidad en todos los órdenes, que es la clave liberadora de nuestra época.
Un nuevo tiempo político -postglobalizador- parece desarrollarse en Latino-Latidoamérica y en el mundo después de la pandemia y de la actual guerra en Ucrania, con mayor presencia del Estado en la economía y una necesidad de distribución de la riqueza. Porque, ¿qué tanto puede hacer la educación contra la pobreza generada por los gerentes locales oficialistas y opositores del FMI? Nuevas políticas educativas, económicas y sociales se discuten en toda la región, donde Colombia es tal vez el caso más movilizador. ¿Qué más hacer desde nuestro proyecto político para incidir con más fuerza en el debate y en la discusión electoral con nuestros aliados pero sin quedar subordinados a sus lógicas de lo posible? ¿Qué iniciativas y consignas tenemos que promover para avanzar en la correlación de fuerzas educativas, políticas, ideológicas, legales y sociales, aprovechando el enorme potencial ya existente?
Las respuestas pueden comenzar a darse con un Estado que asuma una perspectiva de defensa de los bienes comunes y naturales, que erradique las bandas organizadas que producen desmonte y la quema, que promocione una agricultura diversificada para iniciar un camino de salida del monocultivo transgénico hacia una soberanía alimentaria. Un Estado que cuide nuestros ríos y cursos de agua de tales contaminaciones y de los residuos cloacales con plantas de tratamiento en cada localidad entrerriana.
El llamado de Fidel Castro de que la especie humana estaba en vías de extinción, no fue exagerado ni es abstracto. Requiere políticas que desde cada realidad concreta brinden una respuesta.
Mientras eso no ocurre, las consecuencias de la depredación ambiental de los apropiadores de la tierra se meten ya en nuestra vida cotidiana”. (APFDigital)

 



Fuente:  Paraná, 14 Mar (APFDigital)









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