PROVINCIALES
– La definición de antisemitismo que Entre Ríos podría adoptar por ley gracias a un proyecto impulsado por el gobernador Gustavo Bordet, fue rechazada por cientos de académicos en un documento difundido en 2020 · Afirman que ese concepto “tiene un sesgo que busca criminalizar la solidaridad con el pueblo palestino” y que “contribuye a reforzar el antisemitismo y otras formas de racismo y exclusión”
· Rechazo
En la iniciativa se detalla la definición de la IHRA: “Antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto”.
Si bien en el texto de la normativa provincial no están incluidos, la Alianza acompaña la definición con ejemplos que generaron preocupación entre los más de 300 académicos, artistas y periodistas distintos países que en diciembre de 2020 firmaron el manifiesto titulado “El antisemitismo es racismo y el antisionismo es anticolonialismo”. Entre ellos se encuentran la antropóloga y activista feminista Rita Segato; el sociólogo y politólogo Atilio Borón; el arabista español Pedro Martínez Montávez; la licenciada en Filosofía Silvana Rabinovich; y la ya fallecida escritora española Almudena Grandes.
En ese documento advierten: “Si bien la IHRA afirma que «las críticas contra Israel, similares a las dirigidas contra cualquier otro país no pueden considerarse antisemitismo», en la práctica incluye entre lo que considera «ejemplos contemporáneos de antisemitismo» algunos que señalan, de forma evidente, las posturas críticas con el sionismo y el Estado de Israel. Así, considera que es antisemita «denegar a los judíos su derecho a la autodeterminación, por ejemplo, alegando que la existencia de un Estado de Israel es un empeño racista», «establecer comparaciones entre la política actual de Israel y la de los nazis» o «aplicar un doble rasero al pedir a Israel un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático»”.
También cuestionan “la identificación que realiza la IHRA entre Israel y el conjunto de los judíos” ya que “la mayoría de los judíos del mundo no son israelíes, sino ciudadanos de sus respectivos países” y porque “el sionismo (la ideología nacionalista que llevó a la creación del Estado de Israel como estado étnico judío) no es más que una opción política entre otras, que ha tenido entre sus mayores críticos a personas que también se reconocen como judías”.
Por eso remarcan que “identificar a Israel con el conjunto de los judíos implica hacer corresponsables a estos últimos de las políticas israelíes, es decir, de su discriminación estructural hacia los palestinos, su constante violación de los derechos humanos y su vulneración sistemática del derecho internacional. Parece, cuando menos, una extraña manera de combatir el antisemitismo”.
“Instamos a las instituciones y a la sociedad civil a posicionarse inequívoca y contundentemente contra el antisemitismo, teniendo en cuenta su vecindad estructural con otras formas de racismo y supremacismo etnocultural como el colonialismo, la islamofobia o la xenofobia. Y en consonancia, pedimos a las instituciones y a la sociedad civil que se desmarquen de la instrumentalización política del antisemitismo en favor de los intereses de Israel y trabajen activamente por una solución al conflicto palestino-israelí basado en el cumplimiento de la legalidad internacional, el respeto a los derechos humanos, la denuncia del racismo y la igualdad entre todos los actuales habitantes de la Palestina histórica”, finalizan.
Manifiesto. El antisemitismo es racismo y el antisionismo es anticolonialismo:
(APFDigital)
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