POLICIALES
– El juez Mauricio Derudi, a cargo del Tribunal de Juicio de Gualeguaychú en el caso de abuso sexual simple contra una menor de 6 años, comprobó los hechos · La psicóloga interviniente indicó que la nena "no mintió" y que los hechos ocurrieron mientras el abusador cuidada de ella · El condenado era pareja de la madre de la víctima
· Más detalles del caso
La denuncia se radicó en agosto de 2019. En ese momento Ambrosio tenía 29 años y fue acusado por su ex pareja de “tocar a por lo menos una de sus hijas”, porque "la otra de 4 años no habla, no sabe expresarse, y empezó a comunicarse una vez que lo dejé de ver", relató la mamá de la menor.
Al tomar estado público esta causa, un importante grupo de vecinos y vecinas del barrio Francisco Ramírez (338) inició una campaña de escrache contra el acusado, quien trabaja con su familia frente al complejo habitacional ubicado en calle Gervasio Méndez y Nágera.
El caso de abuso comenzó a desentrañarse por la importantísima atención de la abuela paterna, quien sospechó que “algo no estaba bien con su nieta de 6 años”.
La abuela veía a la menor cada 15 días, cuando su hijo tenía la custodia tras la separación con la madre de la niña. En una de esas visitas de fin de semana percibió algo que llamó su atención. “Un sábado a la noche la estaba bañando y cuando le toqué la cola ella me gritó ‘ahí no me toques que me duele’, pero no quiso contar nada sobre por qué le dolía, tenía todo rojo”, contó la mujer en 2019.
Luego, la nena de 6 años estando en compañía de su prima de 5. Miraban fotos y notaron una pose de una de sus tías que llevó a la víctima a decir que el novio de su mamá se lo hacía a ella. Fue su prima la que luego le contó a su madre lo que le había dicho la nena, y aunque esto generó la sorpresa de la familia, se prefirió ir con mucha cautela para conseguir toda la información y bien decodificada.
En diálogo con El Día, María relató al momento de la denuncia que si nieta le contó: “Tengo miedo abuela de decirte, porque me dijo que no tenía que contarle esto a nadie. Yo lo dije quédate tranquila que todos te vamos a proteger y la nena me contó cómo le hacía poner su piernita arriba de él y que ella sentía algo duro. Lo hacía cuando la madre estaba trabajando. Él la llevaba a la pieza, la acostaba en la cama, iba al baño y volvía envuelto en una toalla. Se quitaba la toalla y le ponía la piernita arriba. En otras veces la acostaba boca abajo a mirar dibujitos, le sacaba los pantalones y fregaba su miembro en la cola, mientras le decía vos seguí mirando los dibujitos”.
Ahora, este aberrante caso seguirá en la Justicia, en busca de que el condenado adquiera una pena de prisión efectiva. (APFDigital)
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