viernes, 09 de agosto de 2019

INTERéS GENERAL


Advierten sobre las consecuencias de la pobreza y la falta de alimentación en el desarrollo infantil



Fecha: 09/08/2019   10:52  |  Cantidad de Lecturas: 756

– Un artículo realizado por el pediatra César Etchart, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Salaberry, señala las consecuencias nocivas para el normal desarrollo de los infantes que causa la mala alimentación, sobre todo durante los primeros mil días de vida, claves para la constitución física y mental del ser humano


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Diferentes estudios científicos realizados desde mediados del siglo XX han demostrado que el desarrollo y crecimiento del cerebro es un proceso dinámico y complejo, que empieza desde etapas muy tempranas, y se prolonga hasta después del nacimiento, fundamentalmente en los 1.000 primeros días de vida, desde la concepción hasta los tres primeros años.
Durante este período, el encéfalo crece a una velocidad superior a cualquier otra etapa de la existencia. Por ello, el cerebro consume entre un 50% y un 75% del total de la energía incorporada, y genera hasta 1.000 conexiones neuronales por segundo, un ritmo que no vuelve a alcanzarse en otro momento de la vida.
Aunque la secuencia del desarrollo cerebral está guiada por la información genética, el resultado final del proceso está determinado por la interacción de esa información genética con diferentes factores socio-ambientales, ya que el desarrollo cerebral normal depende de un correcto período de gestación, adecuada nutrición, óptima disponibilidad de oxígeno, así como de la necesaria interacción social antes y después del nacimiento, o sea un entorno estimulador y afectivo.
Debido al crecimiento rápido del cerebro, es una etapa de alta vulnerabilidad frente a posibles impactos negativos de cualquier causa:carencia de algunos de los requerimientos mencionados, infecciones perinatales, alteraciones metabólicas, violencia física o psicológica, medicamentos, tóxicos (alcohol, tabaco, cocaína, marihuana, heroína), o exposición a diferentes agentes contaminantes ambientales,implican un alto riesgo de ocasionar alteraciones en el desarrollo del Sistema Nervioso Central. La extensión del daño depende de varios factores y no es uniforme: momento en que ocurre la agresión,duración del proceso afectante, variabilidad individual.
Este reporte se referirá solamente al aspecto nutricional, uno de los factores externos más trascendentes que inciden en el desarrollo cerebral, ya que recientes informes de organismos internacionales dan cuenta de una grave crisis social,de causas políticas y económicas, que repercute en el nivel de ingresos de la gran mayoría de la población, y por ende, en la calidad alimentaria de l@sargentin@s, especialmente los sectores sociales más vulnerables.
En marzo de este año, UNICEFexpresa en su documento “Los efectos de la situación económica en la niñez y adolescencia en Argentina:Una aproximación cualitativa”: “La situación de la pobreza en Argentina y, en particular de la pobreza que afecta a niñas, niños y adolescentes sigue mostrando un panorama preocupante. Los últimos datos analizados muestran que un 42% de los niños, niñas y adolescentes viven bajo la línea de pobreza (5,5 millones de chicos y chicas) y un 8,6% vive en hogares que no alcanzan a cubrir la canasta básica de alimentos”.
Pocos meses después, en julio, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),UNICEF, y la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicaron la Edición 2019del “Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo”. Allí manifiesta:“causa preocupación el notable aumento del número de personas que padecen Inseguridad Alimentaria Moderada o Grave en 3 países de América Latina: Argentina, Guatemala y Venezuela”. En Argentina, la Inseguridad Alimentaria Moderada o Grave pasó de 8,3 millonesa 14,2 millones de personas entre los períodos 2.014-2.016al 2.016-2.018. Se trata de un incremento del 71% y uno de los saltos negativos más importantes registrados a nivel mundial.
Este reporte contrasta claramente con laEdición 2014, donde la F.A.O. y la O.M.S., destacaron a la Argentina por haber alcanzado la meta Hambre Cero.
Estos datos de Pobreza y de Inseguridad Alimentaria se aproximan muy peligrosamente a los de los años 2000, 2001, 2002, con una diferencia importante: La existencia de la Asignación Universal por Hijo (A.U.H.),creada en el año 2.009.Además, la contención alimentaria, al menos en nuestra provincia, por parte del Estado Provincial, de muchos municipios y de una vasta red social de merenderos y comedores comunitarios, ha logrado que los casos dedesnutrición proteica, calórica o mixta, o desnutrición agudagrave,sean excepcionales, prácticamente inexistentes, pero en muchos casos el aporte de micronutriente es insuficiente.
Para contextualizar este informe, la O.M.S. define como nutrientes esenciales las grasas, las proteínas, los carbohidratos, el aguay los micronutrientes: minerales y vitaminas.
Estos micronutrientes se incorporan a la estructura del sistema nervioso central y cumplen roles funcionales trascendentes: el adecuado aporte de hierro, calcio, cobre, cinc, iodo, vitaminas: A, B1, B6, B9 (ac. Fólico), B12, C, D, E, y los aminoácidos esencialesy ácidos grasos esenciales, durante el embarazo, la lactancia y la alimentación complementaria impactará positivamente sobre el desarrollo cerebral. Pero cuando no lo reciben, l@sniñ@s se exponen al riesgo de ser afectad@s en su aspecto evolutivo:psicológico, físico y cognitivo.
Como ejemplo, la deficiencia de hierro, aportado casi únicamente por alimentos de origen animal, participa en todos los mecanismos biológicos del neurodesarrollo. Su déficit afecta procesos en estructuras y funciones ocasionando alteraciones neurológicas en los niveles de desempeño en tareas con demandas motoras, emocionales y cognitivas.
La alimentación apropiada de la mujer en edad fértil, durante el embarazo y la lactancia permiten una adecuada incorporación de micronutrientes necesarios para el neurodesarrollo. 
La lactancia materna exclusiva desempeña una función vital en todos los niños, más en niños con problemas nutricionales prenatales, quienes suelen beneficiarse mucho de la lactancia materna y pueden en gran medida recuperar las funciones cerebrales. 
Hasta hace pocos años se consideraba que las alteraciones provocadas por la malnutrición eran irreversibles, lo que ha sido refutado por recientes publicaciones que demostraron que el cerebro puede tener una marcada recuperación con una rehabilitación nutricional oportuna y adecuada.
Y no menos importante es que dichos estudios han confirmado que aún en condición de pobreza, el mantenimiento de prácticas de crianza adecuadas puede resultar en un factor protector del desarrollo infantil.
No hay dudas que en Argentinala inseguridad alimentaria es sinónimo de pobreza, con todas las implicancias epistemológicas que implica definir conceptualmente la pobreza.
Con un 42% de la infancia (5,5 millones de niñ@s) viviendo en la pobreza, y 14,2 millones de personas, un tercio de ellos menores de 14 años, padeciendo Inseguridad Alimentaria Moderada o Grave, con una aceleración notable del crecimiento de estas cifras en los dos últimos años, es impensable que sus consecuencias no sean significativas para toda la población, pero muy especialmente para esta particular etapa de los primeros mil días de vida.
Y con la certeza científica de que la condición de pobreza compromete en forma significativa el desarrollo cognitivo y emocional infantil, resulta imprescindible quebrar el ciclo de la pobreza.
Esta es una decisión política macro, una política de Estado, que depende de las inversiones que realicen los gobiernosy la sociedad civil en los derechos y el bienestar de la infancia.
Invertir en la salud, la nutrición, la educación, el desarrollo social, emocional y cognoscitivo de la infancia, y en el logro de la igualdad de género, no es únicamente una inversión en una sociedad más democrática e igualitaria.
Es una decisión ética y moralmente impostergable.

Fuentes:
1. FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF. El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019. Protegerse frente a la desaceleración y el debilitamiento de la economía. Roma, 2019.
2. UNICEF Argentina: Los efectos de la situación económica en la niñez y adolescencia en Argentina:Una aproximación cualitativa, Buenos Aires, 2019.-
3- Gonzalez, Horacio; Visentín Silvana.Micronutrientes y Neurodesarrollo: actualización.
Arch ArgentPediat, 2015.
3- AveyáGilardón, E.: Hierro en neurodesarrollo. Pedamb, 2019.
4- Etchart, C.; Silva, R.; Bussón, M.N.;Fosatti, M.: Evaluación de la eficacia de los Planes y Programas de recuperación nutricional.  Departamento Victoria, Provincia Entre Ríos, 2004.V°Congr. Argentino Pediatría Ambulatoria, Buenos Aires, 2.010.
5- Lipina, S.: Vulnerabilidad Social y desarrollo cognitivo. Jorge Baudino Ediciones. Buenos Aires, 2006.
6- Colombo, J.: Pobreza y Desarrollo Infantil: una contribución multidisciplinara. Ed. Paidós, Buenos Aires, 2007.
7- Garófalo Gómez, N.; Gómez García, A.M.; Vargas Díaz, J.; Novoa López,L.:Repercusión de la nutrición en el neurodesarrollo y la salud neuropsiquiátrica de niños y adolescentes,Rev. Servicio Neuropediatría. La Habana, 2009
8- Hermida, M. J.; Segretin, M.S.; Lipina,  S;.& Col:Abordajes neurocognitivos en el estudio de la pobreza infantil: consideraciones conceptuales y metodológicas. Unidad de Neurobiología Aplicada (CEMIC-CONICET), Buenos Aires, 2015.
9- Lipina, Sebastian;Segretin, María S.: Evidencia neurocientífica acerca del impacto de la pobreza infantil,Psicología Educativa, Colegio Psicólogos, Madrid, 2015.
Dr. César Etchart. Jefe Servicio Pediatría Hospital “F. Salaberry”, Victoria.
-Especialista en Pediatría. -Especialista en Neonatología.
-Especialista en Terapia Intensiva Pediátrica.
-Graduado en Organización y Administración de Servicios de Salud. 
(APFDigital)
 



Fuente:  Paraná, 09 ago (APFDigital)









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